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Mostrando entradas de mayo, 2012

El lobo, el cordero y la indefensión

En este día soleado que nos encontramos, me había propuesto hacer algo de deporte, así que sin pensarlo mucho salí a correr un rato .Cuando ya había finalizado mi recorrido, pare junto a un pequeño muro a estirar y mientras escuchaba música, me di cuenta que en ese momento un colegio abría sus puertas y los padres entraba para recoger a sus hijos. Como un flujo constante la gente y los coches se sucedían en un bullicio sin aparente orden. Agazapado en una esquina sin llamar la atención se encontraba una grúa municipal, me extraño verla tan separada de todo el bullicio casi escondida, pero al ver lo que ocurrió lo entendí enseguida (como lobos esperando al cordero). Había visto en otras ocasiones como se colocaban agentes municipales para hacer fluir el tráfico, pero extrañamente solo había uno e ignoraba todo lo que le rodeaba. Un padre llega con el coche, como muchos otros, lo deja parte sobre la acera pero sin molestar ningún paso de gente o tráfico baja corriendo y entra

Desconocimiento, desconexión y me despertó Torres.

Domingo por la tarde noche, era 29 de junio, con una temperatura agradable me disponía  a salir a correr un rato, comencé con algún estiramiento frente a un parque donde me extraño no ver gente un domingo a esa hora. Vi un par de señoras pasear, que supongo vendrían de misa, y al minuto siguiente una niña que caminaba junto a su mascota. Comencé a correr, durante unos minutos la frecuencia de gente con la que me cruzaba fue normal, pero me empezó a extrañar el que desaparecieran de manera tan rápida. A la media hora corría por una avenida en la que recreando la escena de "abre tus ojos" aparecía como único ser viviente. Me pare por lo insólito de la escena y me quite los auriculares esperando oír algo, como dudando si realmente fuera el único por allí. Empecé a caminar y al fondo de la avenida, vi una pareja de ancianos caminando con paso lento, seguí corriendo y pase junto a ellos por un no se que de verme acompañado. Y conforme se alejaban miraba hacia atrás con la

El día que me nombraron oficialmente….

Para cuando llegue a casa, ya se habían pasado los efectos, y el subidon era un mero recuerdo. Mejor que comience por el principio, verdad, porque las cosas si no se explican no quedan muy claras. Resulta que como muchos días, me disponía a entrenar con los compañeros, todo partía de un entreno cualquiera de una temporada larga, muy larga. Los estiramientos, correr para calentar, como siempre antes de pasar a mayores los comentarios, la anécdotas de todos lo días, el tiempo, y demás conversaciones que se hacen inevitables, como en cualquier trabajo vamos. Comenzamos con las cosas serias, táctica, trabajo de técnica, potencia todo se desarrollaba bastante bien, todo sobre ruedas, me encontraba genial y fuerte, vamos que podía no haber parado de entrenar. Y en todo este revuelto de pensamientos positivos, un compañero al que ya le empezaba a faltar el aliento pronuncio por primera vez lo que con los años se convirtió en un estigma. “vaya..! que pasa contigo…, me sacas 1

El club de las segundas oportunidades

Siempre me han dicho que es de sabios rectificar , y también hemos oído eso de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, igual si... solo es el hombre y la mujer no ,………. estos refranes son tan sabios. El mundo en que nos movemos nos pide un plus de motivación para hacerlo todo, no hace mucho era suficiente una familia y un buen trabajo, lo de bueno quiere decir, que teníamos uno. Luego llego lo de la imagen, los ochenta comenzaron, marcar estilos, modas, tendencias, la gente buscaba algo más, el encontrar algo que le llenara, aparte de la familia y el trabajo, un trabajo en el que nos desarrolláramos. Mas tarde los noventa nos rompieron esquemas, la imagen se imponía, la cultura al cuerpo comenzaba a desarrollarse fuera de los ámbitos deportivos o de grupos más cerrados pasando a dominar revistas, modas, televisión, el triunfo era tu cuerpo y tu imagen social. Pasamos el siglo veinte y el principio de veintiuno ha sido el come, come de todo

Metido en un berenjenal, lo se….

Entre la montaña de periodistas y o analistas políticos que destripan a uno u otro partido, en el que hacer diario de sus blogs, publicaciones y demás trabajos. No para de repetirse un término o para ser correcto una expresión , que utilizan como espada de Damocles  “demagogia y realidad”. Como decían mis tan queridos “Le Luthiers”, analicemos la frase, simplemente su significado: “ es una estrategia utilizada para conseguir poder político. Consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda ”. Para que nos quede claro, retorcer la realidad y darle la vuelta a todo para que tenga el significado que nos convenga. Esto lo hacíamos de pequeños para no comernos la sopa, o de más mayores para poder salir de marcha, o con nuestros hijos para convencerlos de algo, de lo que a nosotros de pequeños nos intentaban convencer. Todos acaban dando una opinión contraria a la d

Desmotivación? No abandonemos a nuestro futuro

Intentar triunfar en la vida, dicese del proceso de hechos que intentamos realizar para conseguir lo que queremos y que por desgana, cansancio o comodidad se quedan a mitad de hacer. Esta podría ser una descripción muy personal, provocada cuando echamos la vista atrás y nos invade una cascada de recuerdos haciendo que nos preguntemos porque no hemos triunfado. Evidentemente en muchos aspectos, si nos podemos considerar triunfadores, a lo largo de lo que nos ha tocado vivir, lo hemos hecho bien, mal y regular, el grado de satisfacción final, se basara  en el regusto que nos dejen los recuerdos. En la época que nos toca pasar, se etiqueta como triunfador al que ha conseguido hacerse con más fama y dinero, en resumen como siempre. Al resto del mundo mundial, como le gusta decir a mi hijo, nos toca pensar en hechos o situaciones que nos hagan sentir como tales. Y que conste que en muchos aspectos me considero un triunfador en la vida, al igual que afortunado. Pero nos ha surg

Sueños de una mascota

Lindando por un camino que hacia y deshacía a diario, hay un pequeño terreno donde sobresalen pequeñas margaritas, flores que apenas despuntan sobre la hierba, unas pequeñas tablillas acompañan la imagen, tablillas con nombres. Cuando alguien se aproxima mas, consigue distinguir alguno de esos nombres que todavía no se han borrado. Arthur, Laika, y algunos mas. Tenemos mascotas en nuestras vidas, mascotas que nos alegran en las penas que nos hacen adquirir responsabilidades, que  están pendientes de nosotros porque generamos con ellas ese feedback  que a veces no generamos con otras personas. Nos pasamos su vida “utilizándolas” como descargadores de la dura realidad, y un día sin más desaparecen, nos afecta con más o menos sentimiento y valoramos lo que hicieron por nosotros, dejando un hueco en nuestros recuerdos, en nuestra alma. La intención de muchos, reviviendo la novela de Mary Shelley seria dejar a su mascota con ellos, sombría elección parecería a muchos, pero c

Pequeños dioses

En el patio del cole donde se desarrollaban todas las historias de vaqueros, partidos de fútbol con pelotas de papel de aluminio, juegos con una cuerda, carreras jugando a pillar, e innumerables juegos mas. En ese patio pase muchos años como un niño más, y Eduardo también. Eduardo era un compañero poco hablador, un poco introvertido, y muy rubio ese era su principal rasgo físico. Desde la otra punta del patio se le reconocía por su pelo. Eduardo realizaba siempre el mismo ritual, salía con su bata y su bocadillo, andando tranquilamente hacia una esquina del patio, mientras una ola de niños le flanqueaba por ambos lados a una velocidad tal que parecía que Eduardo iba a cámara lenta. Cuando finalmente llegaba a la esquina, se colocaba en cuclillas de esa forma que un niño tiene de hacerlo y que cuando somos adultos perdemos. Comenzaba a desmigar parte de su bocadillo y se dedicaba a mirar mientras acababa el resto de su almuerzo. Un día se me ocurrió acercarme, mas bi