El sol comenzaba levemente a calentar, el público, con cierta inquietud, ocupaba los sitos en la grada, el nerviosismo en la grada aumentaba poco a poco, y las conversaciones aumentaban el tono del bullicio. Comenzaban a salir a la arena los competidores, los aplausos se hicieron manifiestos, y las voces aumentaron el estruendo en las gradas. Pequeños leones salieron, exaltados por el estrépito de la grada, nerviosos sin saber dónde mirar. Comienza la competición, gritos desde las gradas, también de los "Lanistas", las gradas se vienen abajo con el espectáculo, el griterío, los vituperios comienza a sucederse y la exaltación comienza a desbordarles. Sangre parecen pedir, caras desencajadas entre el público. Los pequeños leones y los competidores temerosos se embeben del ambiente, enfurecidos elevan el grado de la disputa. Et sanguinem vestrum sanguini Sangre queréis? Sangre tendréis No sé muy bien donde cambie de siglo, si fue al tomar el desvío al siglo ...