El sol comenzaba levemente a calentar, el público,
con cierta inquietud, ocupaba los sitos en la grada, el nerviosismo en la grada
aumentaba poco a poco, y las conversaciones aumentaban el tono del bullicio.
Comenzaban a salir a la arena los competidores, los
aplausos se hicieron manifiestos, y las voces aumentaron el estruendo en las
gradas.
Pequeños leones salieron, exaltados por el estrépito
de la grada, nerviosos sin saber dónde mirar.
Comienza la competición, gritos desde las gradas, también
de los "Lanistas", las gradas se vienen abajo con el espectáculo, el griterío,
los vituperios comienza a sucederse y la exaltación comienza a desbordarles.
Sangre parecen pedir, caras desencajadas entre el
público. Los pequeños leones y los competidores temerosos se embeben del ambiente,
enfurecidos elevan el grado de la disputa. Et sanguinem vestrum sanguini Sangre queréis? Sangre tendréis
No sé muy bien donde cambie de siglo, si fue al
tomar el desvío al siglo de oro o en la parada de la santa inquisición , pero
el acabar en la Roma del siglo I sin tener permiso para viajar en el tiempo,
seguramente acabo con el poco juicio que me quedaba.
Durante un buen rato mi imaginación mezclada con la
realidad, hacia que todas esas imágenes no terminasen de dar vueltas. Donde estaba?,
que pasaba? , yo había venido a un torneo deportivo, a sonreír viendo a niños
disfrutar del deporte. Donde había caído?
Evidentemente, la licencia del escritor, me hace
exagerar lo que cuento, pero el fondo de lo que cuento no esta exagerado, no.
En tres horas de partidos, encontré en casi todos
ellos al menos, un entrenador o un espectador o un padre o un jugador, que no
mostraban respeto por donde estaban, por el deporte que practicaban, por el
resto de gente que les rodeaban.
Pero lo peor, es que, aquel era un lugar donde los
protagonistas debían ser niños, pasándolo bien disfrutando de un gran día
compartiendo experiencias, juegos, aprendiendo del contrario. Bucólico?,
utópico? No debería serlo, formar niños en el deporte, no es convertirlos en
máquinas competitivas, el objetivo debe ser convertirlos en individuos
con valores, en individuos con respeto, en individuos con espíritu de superación,
en máquinas de aprender, en ... Personas.
Lo malo de todo esto, es que la imagen de unos
pocos, por desgracia, llama más la atención y por ese motivo son objeto de
malos ejemplos, que acaban haciendo mella en muchas de las esponjas absorbentes
que nos rodean, los niños.
Es fácil decir lo que digo, es fácil pensarlo,
utópico sin duda, pero a veces exploto internamente, para no ser yo también un
mal ejemplo, pateando dialécticamente el culo a algún energúmeno que se dedica
a descalificar los demás. Y paro aquí...
En fin que los gladiadores de la pista, los niños,
son en muchas ocasiones, espectadores de comportamientos de hace 21 siglos,
cuando deberían ser los protagonistas del siglo XXI, de la evolución de lo que
denominamos personas.
Como me gusta leer esto, porque se deja leer el respeto hacia los más pequeños, parece que se nos olvida que somos el espejo en el que se miran y depende de lo que vean en sus mayores, asi harán. Si cuando se miren tienen la suerte de ver entrenadores como tú, aprenderan a disfrutar,con el deporte, a entender que cada uno tiene su puesto en el equipo, a saber que es valioso porque habrá alguién que vele por hacérselo creer y se lo demostrará, aprenderán a que el entrenador es una autoridad y no alguién autoritario que cuanto más grite y les exija mejor. Aprenderan a cooperar. Los demás que no se encuentren entrnadores como tú, a menos ques sean excesivamente competitivos, y les hagan sentir "Stars" del momento, sencillamente abandonaran y dirán en casa, mientras su madre guarda la equipación. Mamá a mi o me querian en el equipo...
ResponderEliminarAsi que Davidsan, no abadones, nos haces falta...
Intentare seguir metiendo caña con este tema y poner mi pequeño grano de arena en denunciar lo que no entiendo.Muchas Gracias
EliminarEs como si me hubieras leído el pensamiento, David. Llevo demasiados años diciendo lo mismo y empecé a hacerlo justo cuando mi hijo con 7 años empezó a dedicarse de lleno al baloncesto y el caso es que de eso, como sabes, han pasado mas de 30 años. El deporte que nosotros aprendimos quizás ya no vuelva. Hace poco y para terminar, te diré, que hace poco escuché a Valdano decir algo muy sensato refiriéndose a Cristiano Ronaldo y era algo, más o menos así: "Lo malo del deporte es que los chavales solo se fijan, por ejemplo, en el peinado, en las chulerías y en las estúpidas bicicletas de Ronaldo, pero lo que no saben, y en eso no se fijan, ni nadie se esfuerza en hacérselo saber, es que Ronaldo madruga más que sus compañeros para entrenar una o dos horas más que ellos, que no fuma,. que no bebe, no trasnocha y lleva una vida, quizás algo narcisista, pero muy ordenada. Eso nadie se lo explica a los chavales. Nadie les habla del esfuerzo ni del sacrificio necesario que hay que soportar para llegar ahí".
ResponderEliminarFeliz noche, David, buen artículo.
Muchas gracias .Cierto es, todo lo que dices, lo malo de los idolos es que la gente solo se fija en sus defectos y no en sus virtudes .Un abrazo
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