Unas elecciones más, y ya van 3 en las que tengo que ejecutar, no sin cierta desgana mi obligación democrática de presidente de una mesa (tendré que jugar más a menudo a la lotería).
Todo comienza a las 8 de la mañana, con cierta sensación de algo diferente, conoces a los vocales (siempre he tenido suerte con los que me tocaron) se presentan apoderados, interventores de los partidos, se organiza más o menos todo y comienza el día.
Hay gente que se apresura a votar con las ganas de un demócrata novato.
Vienen familias enteras a votar, como las que van a misa el domingo, seguramente irían a continuación. Otros entran despistados sin saber ni donde ni como.
Cuando una joven te pregunta “¿cómo se hace esto?”, uno se pregunta si contarle lo que es la democracia, como funciona y los palos que nos da o simplemente hablarle de lo positivo y fundamental que es para la sociedad. Aunque finalmente optas por el camino más corto, enseñarle donde están los sobres y papeletas que tiene que escoger una opción introducirlo en la urna. Convirtiendo un momento importante en un turno de meter un papel en una caja.
Continúa la jornada con ganas de acabar. Consigo que todos colaboren en el recuento, que transcurre sin mayores problemas: sonrisas de unos caras largas de otros, pero sin malos rollos (aunque por dentro quien sabe).
Papeleo, mas papeleo,”que todos firmen”, me despido y al juzgado (como si fuera una competición).
Al llegar al juzgado, una visión de una cola en la que algunos esperaban pacientes y otros revisaban papeles, preguntando si tenían o no que aportarlos.
Acabo en unos minutos en los que la visión de un mundo desconcertado es real. Salgo sin mirar atrás con la sensación de descanso, de “por fin”.
Una jornada para muchos de alegría por creer que cambian cosas, para otros de tristeza por creer que lo pierden todo. Para mí una jornada laboral en la que mi trabajo consistió en:
¿Contar papeles?
O
¿Validar las ilusiones de 333 votantes?, ¿ilusiones y creencias de este modelo social?
david si mucha razón pero lo que mas abunda ese dia y los que le rodean es la decepción!!
ResponderEliminarme quedo con tu: Convirtiendo un momento importante en un turno de meter un papel en una caja
ResponderEliminarAh, es cierto, deberías jugar a la lotería, a mi ni por asomo, algún vecino y poco más, nunca me ha tocado ir de "mesero"