Me hayo, como diría un reportero en plena acción, en el centro deportivo de turno mientras mis hijos están en clase de natación .Y como observar es gratis es lo que hago.
Antropológicamente los comportamientos que se observan, dan para diversos estudios, de porque sudamos sin más o porque esos chillidos de esfuerzo o las conversaciones y relaciones sociales que se buscan, el adonis de turno, el que se lo cree, el que lo pretende desde la distancia, hay poca diferencia entre sexos en cuanto las motivaciones pero seguramente la que más está presente es la imagen, tanto la que deseamos como la que mostramos.
En mayor o menor medida creo que a todos nos gusta vernos-sentirnos bien pero de ahí a convertirlo en una cuestión de imagen social hay un mundo en la que la gente puede confundir el sentirse bien con el estar híper delgado, el vernos bien con el parecer “conan el bárbaro”.
La motivación de cada uno puede ser diferente, pero no todos llegamos a los prototipos o estándares establecidos por “gurús” mediáticos y ello no debería ser un impedimento para no sentirse bien con el esfuerzo que cada uno es capaz de hacer.
El deporte debe ser síntoma de salud mental y por supuesto ayudar a la salud física, no provocar lo contrario.
Ese es uno de los valores perdidos que tú no has perdido David. Hablaba con Maribel, ayer y ella defendía la actitud creciente del personal por la salud, es decir, alimentación pírrica en calorías y mucho spa, cosa que yo rebatía diciendo que la afición lo era solo para mejorar el aspecto del body y no el de mejorar la salud. El culto al cuerpo hace que se malalimente la especie, por una parte y se recauchuten a lo bestia, por otro, todo menos meterse al senderismo o a participar en equipos de cualquier especialidad de tipo colectivo, por ejemplo. Tienes razón, si a la salud a través del deporte pero no al culto bestial al cuerpo.
ResponderEliminarDos lineas y ya llevo ocho. :.............