Caemos fácilmente en nuestras frustraciones y desengaños,
la mente nos transporta a ese vació de ansiedad, del que salir requiere un gran
esfuerzo.
No nos explicamos como llegamos a esas situaciones, a
veces tampoco tiene explicación, más allá del cúmulo de pensamientos que
recorren las conexiones sinápticas.
Puede que nos hagamos excesivas preguntas acerca de todo,
o que pretendamos que todo sea lógico, o que tenga alguna razón, pero por
supuesto una razón que entendamos.
Todo lo que no es lógico en nuestro pensamiento no lo
vemos como una respuesta, solo como un problema.
Debemos ir al punto, donde ver que simplemente las cosas
son de una cierta forma , que no hay mucho mas allá, que si les has dado cien
vueltas a un problema y no encuentras respuesta , seguramente será por que la
excluiste en un momento dado, porque no era la respuesta que querías o
esperabas.
No nos gusta estar en situaciones que nos agobian y nos
gusta dar respuesta a todo. Normalmente las respuestas están ahí mismo, delante
de nuestras narices, el problema principal es que la respuesta que buscamos no
suele coincidir con la respuesta real.
D
Si, es una ceguera que solo sabes ver en los demás. Curioso.
ResponderEliminarBuen artículo david.
Gracias por lo que has escrito :)
ResponderEliminarbuen articulo (y)
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