Maria, venia de una racha no muy buena, malas decisiones, malas
compañias, malas situaciones. Los altibajos que todos sufrimos a lo largo de
nuestra vida, Maria parecía acumularlos, como osos de peluche en el baúl de la
abuela, amontonados y sin ordenar.
Pero evidentemente Maria tenía muchas cosas buenas, entre ellas su
sonrisa encantadora. Esa sonrisa que conseguía que la panadera cambiara la cara
de cansancio por una sonrisa, la que conseguía que el cartero, tras cruzarse
con ella, comenzara a silbar algo similar a una canción de Sinatra.
Maria andaba deprisa, parecía dar saltitos, una abeja entre flores, y en
su rastro parecía dejar ese buen rollo, esa pequeña mueca pre-sonrisa.
Tras varias rachas malas, Maria tenia una entrevista de trabajo (algo
positivo al fin), sus dudas sobre su preparación, sobre su curriculum, sobre su
valía, le hicieron buscar apoyo.
Me encontré con Maria casualmente y sin casi mediar el protocolario saludo,
me atraco con preguntas sobre su
curriculum, sobre su preparación, al fin y al cabo, sobre su valía.
Tras una buena charla, y recalcarle, su buen curriculum, su buena preparación,
pero sobre todo su magnifica valía, Maria comenzó a relajarse, a sonreír y a contagiar “su buen rollo”. Mas confiada,
se alejo, dándome las gracias y yo me quede contemplando como la pequeña ninja
caminaba casi sin pisar el suelo.
Tras unos días volví a coincidir, con Maria, la vi de lejos y nos
saludamos con la mirada, conforme se me acercaba, su sonrisa era mas evidente.
“Sabes que empiezo a trabajar en unos días”. Sin saludo ni nada, a
pelo
“hola” dije yo,” siiii, que bien, me alegro un montón”.
Comenzó a contarme lo bien que fue la entrevista , y lo tranquila que se
quedo después , aunque estuvo unos días tensa por si no la llamaban .Mientras María
me lo explicaba , yo me preguntaba si el curriculum, si la preparación , habían
influido tanto. Sonreí largamente y llegue a la conclusión rápidamente, Maria
tenia ese trabajo por su valía, por su manera de transmitir “buen rollo”. La pequeña
ninja, consiguió un trabajo cuando no tenía muchas esperanzas, pero si muchas
actitudes para conseguirlo, algo que en ocasiones es muy escaso en la gente.
Felicidades María
María tiene un don, David, y tu supiste hacérselo ver. Bonita historia.
ResponderEliminarGracias como siempre ,Maria, igual que mucha gente ,tiene muchas cosas buenas , como bien dices, lo importante es que se de cuenta que las tiene .Un abrazo
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