Como prometí, Heino
iba a tener su capitulo. Como empezar a contar algo de Heino, tal vez sea el
más difícil de entender, pero a la vez el más epiceno para sus acciones. Me explico,
Heino parte de ser hijo de militares rusos , con lo que sus voraces ganas de vivir y
descubrir, siempre quedaron supeditadas a rectitud y moralidad del hogar donde
se crió. No fue un niño infeliz, para nada, simplemente vivió dentro de lo que le
permitieron, y sobre ello fue capaz de desarrollar una parte de cómo es él. Una
de las primeras cosas que me sorprendió de Heino, era como constantemente sonreía
por todo, algo típico en extranjeros que no entienden muy bien un idioma y
simplemente pretenden agradar. (Aunque en los rusos no suele ocurrir, perdón estonios,
no quiero un conflicto a estas alturas...), Ello provoco al principio, que
hubiera ciertas conversaciones con el consabido cachondeo, algunos de los “erasmus”
hablaban sonriendo de algo triste o
diciendo insultos, a los que Heino respondía con una sonrisa, sin entender en exceso
que estaba pasando (que conste que esto también nos lo hacen a los españoles en
otros países, no es excusa pero el ser humano es muy así…, en fin).
Volvamos a
la sonrisa, al principio me llamaba la atención incluso parecía, como comentaba,
forzada la sonrisa , pero pronto descubrí que lo único que hacia era reflejar
como quería sentirse, si, necesitaba sentirse feliz , necesitaba reflejarlo ,
tal vez por las veces que no pudo o por considerar que era la forma en la que quería
vivir. Como en decía “ we born to be happy not to be perfect”. (Nacemos para
ser felices, no perfectos). Filosofía que comparto, pero que Heino por su educación
“regia” no sabía muy bien como colocar en su vida.
Habitualmente era el “Pepito
grillo” de Iruna, intentando pararla en sus locas ideas, o poniendo la cordura
en no molestar a los que dormían,….. Por eso tal vez, me sorprendió como se
soltaba, cuando lo vi bailar, no podíamos creer de qué manera se movía, mezcla
entre Michael Jackson y Justin Timberlake, sorprendentemente divertido.
Heino, es una persona
a la que admiro por su lucha personal, entre sus creencias impuestas y las
adquiridas o soñadas, tiene una tarea inmensa, y que no debe caer en dejar de
luchar, ya que es lo que le ha hecho crecer. Esto de la lucha contra las
emociones es curioso, nadie queremos tenerlas, pero la lucha y experiencia en esas batallas, nos
hace más fuertes, más personas, más humanos.
Tal vez en otra época
Heino hubiera sido ese regulo de Tallin, que bajo su reino hubiera sabido
repartir cordura y libertad, y que en la intimidad hubiera luchado por el sueño
de ser un pescador en el Báltico, o un explorador, o un campesino.
Heino nos enseño a
muchos que somos diferentes, pero soñamos con cosas muy similares,… ser
felices. En poco nos vemos Heino, un abrazo.
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