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Entradas

La proveedora de mi despertador de cafeína

Un paseo corto recorriendo los escaparates que muestran con luces los productos a consumir. Un recorrido con gente que se ignoran unos a otros, solo percibiéndose para no colisionar. Apenas levantan la mirada y una fuerza similar a la electromagnética los separa del aura de un espacio vital, que parecen cuidar para que no sea invadido. Soledad entre la gente, doblo la esquina y entro a por mi despertador de cafeína, una sonrisa parece que me intenta sacar de la soledad, "¿lo de siempre?"- pregunta "si" - , contesto devolviendo la pelota al campo contrario, con pocas esperanzas de que sea devuelta. De nuevo una sonrisa, una mirada y....  "te lo pongo como siempre ¿no? sin azúcar"- , de nuevo una sonrisa para llamar mi atención. Al final consigue que converse, una conversación sin consistencia, sin aparente contenido. Pero consigue sacarme de la inopia de la soledad en el tumulto en la que estaba. De nuevo una sonrisa con mayor fervor en...

Oda de Caronte, otoño llega pronto que haces falta

Pasan los días como hojas de un árbol de otoño, pasan sin hacer ruido, deslizándose entre el susurro de viento, y el revuelo de algunos mirlos que se aprovisionan de pequeñas ramitas para sus nidos. Como observador frente al otoño, surgen miles de imágenes que son el reflejo del cambio, tal vez te hagan pensar en tu pasado, tal vez recordar con una sonrisa un buen momento, para algunos el síntoma de la predepresión, para otros, significa desvestirse frente a lo que paso y ponerse el chubasquero para afrontar lo que vendrá. Tantas frases e imágenes te llenan la cabeza de locuras, en forma de sueños imposibles. Te hacen abrir el libro de los recuerdos, perdidos o borrados, y llevarlos de nuevo a formar parte de tu depresión matutina. La verdad es que el otoño tiene su lado de retrato impresionista. Tiene la virtud de suavizar la transición al invierno, tiene su momento de paz mientras andas entre las hojas secas. Y para que os cuento esto, simplemente para soltar...

Las cartas de Melisa

Las mañanas se hacían cortas, y las noches eternas, solía sentarse frente a la litografía  de “la mujer mirando por la ventana”. Simplemente le recordaba que el mundo estaba, allí, fuera, esperando a que lo mirase, esperando a que lo oliera, a que lo descubriera. Por lo que se , Melisa, se dedicaba a escribir cartas a las personas que conocía , cartas que no enviaba, cartas que guardaba ,como los sueños que tenia y que guardaba para si. Las decisiones en su vida eran una carta mas, que se escribía a si misma, en la que se contaba y aconsejaba que hacer, que camino tomar. Melisa hace mucho tiempo que se dio cuenta que, en el instante que tiras una moneda al aire, para tomar una decisión, sabes que cara quieres que salga y aplicando ese dogma, creaba su camino. Las cartas de Melisa guardaban sus secretos, lo que pensaba de la gente, lo que le gustaría escuchar, lo que le gustaría decir, eran todo su mundo y como tal , desapareció junto con ella. Tal vez fuera la ...

El Alíen que llevo dentro

Resulta que con los años te percatas de más cosas de como reaccionas ante situaciones, de como llegas a controlar, como un maestro tibetano el Chi, las reacciones que provoca lo que te acontece mientras vives.  En la mayoría de ocasiones, no necesitas más que un instante para controlar el poder oculto que parece surgir de ti y que no te imaginabas tener. Ese "NO" en una reunión de trabajo a tu jefe, ese "HASTA AQUI" a tu pareja en contra de una concesión permanente. La edad, al parecer, te da ese poder (en plan superhéroe), aunque no a todos. Igual solo es hartazgo, igual solo rebeldía post -juventud, hasta llego a pensar que solo reaccionas porque el hemisferio cerebral no esta en lo que esta y manda un a tomar por saco que acaba saliendo en forma de pasotismo controlado. En fin, que da rabia en muchas ocasiones, no sacar a pasear ese carácter que haría que "Jack Torrance" se acojonara en su hotel de las montañas. El autocontrol que parece  ...

1 DE AGOSTO SIN MAS

1 de agosto, y a las tempranas horas del amanecer escucho una canción, una y otra vez, mientras la luz comienza a cubrirlo todo con su manto brillante, una sonrisa comienza a dibujarse en mis labios, cierro los ojos y la canción hace que broten mis recuerdos. 1 de agosto, un día mas en el calendario, un día especial para el que cumple años, para el que tiene un hijo, cada uno tenemos un motivo para un día especial. El mío simplemente, no lo se, podría decir que abrí los ojos, podría decir que sonreí, podría verme bailando, o quizás viendo el “gran azul”. Lo único que puedo decir ,que como en la “campana de Gauss”, había un punto de inflexión, un antes y un después. Un punto y seguido en mi vida, tan simple y tan complicado recordarlo. Solía decirme Maria, que lo de la media naranja, la tenia descolocada, que muchas veces, había sentido que su media naranja, era media manzana o medio kiwi, vamos que no lo tenía muy claro. Así que consultaba con su amiga. Clara, que era como e...

Un día me enamore, al siguiente la muerte me alcanzo,y hoy sigo decidiendo si ir hacia arriba o hacia abajo.

Contar algo tan profundo de alguien requiere un permiso especial, un permiso con fecha de autorización , y esa fecha ha llegado , podía haber sido una fecha especial , podía haber sido un día con algo.... al final ha sido hoy Fernando murió y 30 días después debía contar su "verdad", esto me pasa por escribir y que los amigos te lean, y soltarlo así supongo que porque poco mas podía contenerme, en realidad tardo mas de los 30 días  a los que me comprometí, pero no sabia muy bien que hacer . A ver resumiré un poco el tema para no hacer una novela rosa, repetitiva y tediosa, como muchas historias.  Fernando, como profesor de primaria, era un hombre que disfrutaba con lo que hacia, que sonreía cuando acababa el día, que tenía ganas, un lunes, de ver a sus pequeños proyectos de grandes personas, en fin, alguien envidiable en la manera que se entregaba a su trabajo. Era "relativamente " feliz, y un día una sonrisa y una mirada quebraron su "relativ...

Conversando con Casimiro

Últimamente no salgo de estos temas, pero la realidad, mi realidad, manda y cuando solo ocurre que la gente que conoces desaparece, todavía más. Cristina siempre se las daba de valiente, siempre era la que hacia frente a los problemas, a las situaciones comprometidas, a los municipales, a todos cuando algo no le cuadraba. Me imagino que después de una charla con ella, unas cuantas horas de cafés, y de sinceridad. Me perdonara este relato J . Estaba de punta en blanco como decía mi abuela, aunque era un traje ligeramente rosa, para los puristas un tono lavanda. Como decía, estaba en la parada de autobús, junto a ella un señor de unos 80 años con cara amable, podría decirse que con el aspecto del abuelo de Heidi. Ella le miraba de vez en cuando mientras esperaba en la parada, el mantenía la mirada en el horizonte mientras sonreía. Cristina era de las que no podían estar sin hablar mucho tiempo, así que se dirigió al anciano. - “ Buenas, como esta” El anciano se giro...