Ir al contenido principal

¡Mama! ¿que me has enseñado?




-Mama me enseñaste a usar mis valores en la vida.

-Me enseñaste lo que esta bien y mal.

-Me enseñaste a ayudar a quien lo necesitara

-Me enseñaste a escuchar a los demás e intentar comprenderlos.

-Pero cuando veo las noticias, veo que la gente mata a otra gente

-Que la gente muere de hambre o de catástrofes naturales

-Que la gente miente e insulta por sus ideas

Tal vez mama, me debiste enseñar a pelear en este mundo con las mismas armas que los demás.

                                     

Aunque si tengo que opinar, creo que me enseñaste todo esto por algún motivo y ante las enseñanzas de una madre , no hay discusión.





Comentarios

  1. Pasa todo tan deprisa, amigo David, que ya ves: Ahora te toca a tí enseñar y enseñar bien.
    No dejes de escribir nunca

    ResponderEliminar
  2. Por desgracia no todas las "madres" enseñan, por desgracia no todas las "madres" son madres, por desgracia la definición de madre muchas veces se queda en "hembra que ha parido" y nada más.
    Ojalá hubieran más "madres" madres y no tantas "madres" solo por definición...

    ResponderEliminar
  3. Solo una buena madre sabe enseñar así....gracias a esas mamás hay buena gente como Tú...Mj

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Anabela o Carlos, tal vez fuera Anais y el cuento de las emociones.

  Foto de  Cleyder Duque  en  Pexels Tengo que confesar que no soy bueno recordando nombres, normalmente intento hacer un gran esfuerzo, por grabar ese nombre de la persona que me presentan o conozco en mi mente, pero como si no fuera con ella, mi mente prefiere centrarse en otras cosas de las personas que pasan por mi vida. Si que recuerdo cada persona que conozco (si exceptuamos su nombre) los nombres son importantes, pero más lo son y más nos diferencian las huellas emocionales que dejamos, esas si son únicas. Pues resulta que para esto mi mente si que quiere guardar que emociones compartí con cada persona, y como dejo una huella en cada parte de lo que soy. Hoy tras unas horas de trabajo, en un “break” de esos que la mente te pide, me descubrí hablando desde mis emociones de adolescente, de como era esa vida para mi. Seguramente Carlos y Anabela no se esperaban una conversación de ese tipo, pero Carlos, despojándose de su rudeza, tomo una postura relajada, se sentó y apoyo sus br

Cuentos de la rana y otros….

Últimamente con la crisis, las empresas emprenden autenticas cruzadas en la formación de los trabajadores. ¿El poco trabajo hace que todavía se rinda menos? Son las ayudas del estado en formación, I+D+I un caramelo que las empresas aprovechan en época de crisis. Lo que si es cierto es que el trabajador en cualquier situación, al igual que hacen con el, debe aprovechar cualquier oportunidad para aprender, evolucionar. Oímos constantemente comentarios sobre libros de autoayuda, superación, motivación,“quien se ha comido mi queso”, “fish”. Nos llenan la cabeza de fabulas (el cuento de la ranas en un cubo de nata) cuentos e historias para hacernos pensar sobre situaciones y maneras de afrontarlas. En pleno curso de formación nos invade un subidón de adrenalina al pensamiento de “voy a venderlo todo”. ¿Realmente es necesario todo esto? No podemos ser un poco menos (con todos los respetos) “americanos” en las formas de afrontar la formación de un trabajador. No es mas útil valorar l

La decisión de Mojca, “Maria” para los amigos.

Podríamos decir que conocer a Mojca fue una gran suerte. Mojca o María para los amigos, es de esas personas que te ayudan en la vida a darte cuenta, de que las cosas importantes, muchas veces vienen disfrazadas de lo más común y rutinario del mundo. Comer, dormir, disfrutar, con los amigos, jugar con tus hijos. Si, Mojca conseguía que pensaras en todo eso de una forma diferente, como si descubrieras  que cada vez que lo haces, es nuevo. Mojca se podría decir, que a sus 30 años, era el prototipo perfecto de mezcla de pueblos, tal vez por eso era así, tenia lo mejor de todos. Nació en Berna, de padre checo y madre holandesa y con abuelos italianos y alemanes, su árbol genealógico debía parecer una torre de babel. Pero vayamos a lo importante, hace ya algún tiempo Mojca visito mi ciudad y como no podía ser menos, me llamo para vernos, quedamos en ir a cenar. Apareció discreta, pero vestida con esa sonrisa que evitaba fijarse en sus tacones. Ufff siempre igual, me dejaba bajito y