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“Ganas de evolucionar, se valorara que traiga cuerpo físico y o persona”.
Sé que puedo perder la perspectiva en cuanto a lo que voy a valorar a continuación, pero es una percepción que cada vez oigo con más frecuencia.
No me muevo especialmente en grandes niveles de contrataciones, pero si lo hago de una manera continuada a pequeña escala.
Buscar personal, para diferentes ubicaciones de mi empresa es algo que a lo largo del año vengo realizando en los últimos 10 años.
Entrevisto sobre todo a diplomados o grado medio como se denomina ahora. En los últimos años siempre ha habido un denominador comunes esta figura del recién graduado, la apatía (excepciones contadas), una apatía que no llego a entender muy bien. Dentro del cumulo de datos, conceptos económicos, situaciones geográficas, posibilidades de mejora y evolución en la empresa, formación continuada y un largo etcétera que un recién graduado te podría plantear. Suele resumirse en cuantas horas voy a trabajar y si está muy lejos. El resto parece que no importa, la comodidad de un horario bueno y es que este al lado de casa parece que son todas las aspiraciones.
La impresión es “voy a trabajar,….. Bueno”
¿Ha desaparecido la motivación del desarrollo de una profesión?, ¿el demostrar lo que puedo llegar a dar?, ¿el comerse el mundo?, si, todas esas ilusiones de un recién diplomado parecen haber desaparecido. El “red bull” de un estudiante, lo que esperaba al acabar sus estudios ¿donde está?
Parece que ahora esperan que les llegue el momento, esperando el trabajo perfecto, sin ir a buscarlo.
¿Puede ser la crisis? ¿Los años de sobreprotección y facilidades de una generación? ¿Una impresión mía?
Espero que sea esto último, y que en vez de esperar el momento, se den cuenta de que la suerte hay que buscarla no esperarla.
No me resigno a dar por perdida una generación, al fin y al cabo es en parte responsabilidad de todos “algo no habremos hecho bien
Bienvenido al club, David, eso sucede a partir de los 40, te da la impresión que todo el mundo solo quiere marcha y vida fácil, lo cual siendo cierto, es cada vez mas notorio. El tejido empresarial no tiene buen cordaje, se lo han ganado a pulso, no se motiva, no se premia la antigüedad, ni la experiencia, ni la fidelidad, solo una parte de la eficacia aparente y a costa de lo que sea, no importa el medio, ni la forma, solo el fin.
ResponderEliminarQuizás, ellos, los neotitulados, no tengan toda la culpa de sus males por mucho que nos lo parezca, David. Yo empecé a pensar como tú ahora, desde los 20, pero es que yo nací ya muy viejo y tu muy responsable y saber de esa actitud crea asfixia vital. ¿Quién nos pagará pensión?, te preguntarás dentro de poco.
Magnífico artículo, David, te lo robo un poquito.
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ResponderEliminarDavid increíble pero cierto yo tengo 22años mis amigos tienen entre 20 y 30 años y casi todos con estudios o estudiando los que acaban este año les preguntas y solo piensan en año sabático!! No lo entiendo, se supone que estudias para poder tener un buen trabajo y aunque este no sea el primero ay que ir tocando a miles de puertas pero ellos solo quieren que les toque ese trabajo a las puertas ese que tanto sueñan, yo no he tenido la oportunidad de aspirar a unos estudios pero nunca me acusaran de no buscar medios de trabajar para un día poder acceder a ellos, por lo tanto me vere muy motivada. pero es culpa de esta sociedad y de la educación que se da en el etorno familiar, a mi m han enseñado a luchar por lo que se desea y aprobechar al maximo lo que uno tiene con ilusión.
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