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Mostrando entradas de septiembre, 2012

La sonrisa “virgen”

“ Me llamo ….. y soy ……comienza para mi una nueva etapa en mi vida . Acabo de terminar los estudios y mi gran motivación es la de poder incorporarme al mundo laboral. Estoy preparada para afrontar este nuevo reto, con ganas de aportar todo lo aprendido y poder ponerlo en práctica. Me defino como.. ” Esto perfectamente podía ser el encabezado de cualquier currículum de los que me traen a menudo, podía serlo si, pero este en concreto me llamo la atención por la persona que lo trajo. Todos suelen venir con ese aire de sonrisa cortada y suplica oculta, algunos con mas o menos animo con mas o menos ilusión pero con el pensamiento reflejado de que no hay nada que hacer. Esta persona, trajo el currículum en su carpeta azul, con una sonrisa natural sin forzar, con expresión relajada, con ansia contenida, con nerviosismo por si este era su momento. Casi te sabia mal no hacerle una entrevista, no preguntarle algo para que no perdiera esa inocencia, esa candidez bienintencionada.

Sobrevivir a un ERE o empresas-chapuzas

El meterme en ciertos campos, en los que de momento no soy más que un mero aprendiz, solo me puede llevar a cometer errores pero esta es mi visión. Uno de los errores que cometen muchas empresas tras llevar a cabo un ERE, es no dar importancia a los procesos que afectan a los trabajadores: la angustia por trabajo adicional (stress), sentimiento de culpa por el despido de otros trabajadores, disminución de la moral y desmotivación, desconfianza ante al dirección de empresa, escepticismo ante el futuro y  reducción de la productividad. Y esto no es más que un círculo vicioso, pues si cae la productividad, caen las ventas y aumentan de nuevo los despidos. De ahí la importancia que adquiere la comunicación, para evitar que se conviertan en un síndrome. Para ello, hay que explicar muy bien los motivos por los que se ha tomado esta decisión. Estar pendiente de los trabajadores en el escenario laboral, hacer un seguimiento de la plantilla y realizar una gestión más afectiva. Y para ell

Dios,…. he creado un monstruo

Hay veces, en que las situaciones, te dejan ese hueco de tiempo suficiente, para que tu cerebro revise, cual procesador, y de la alerta de problema en el software de salida de audio, o sea en las palabras. Pero a veces no ocurre eso y es cuando se te ocurre dar consejos. El que algunas personas, te requieran para consultar sobre lo que deben o no decidir en su siguiente paso, resulta halagador a la vez  que problemático. Normalmente la experiencia es un grado o eso dicen, lo malo de la experiencia es que suele servir para una vez y para una situación concreta .El grado de aplicación de esta, suele hacerse por comparación intuitiva y sin esa experiencia previa es difícil de hacerlo. El porque de la explicación es sencillo. Cuando la gente me pide consejo suelo darlo de formas que puedan aplicarlo  ¿Y eso como es? Pues simplemente enseñar como utilizar y como generar sus propios consejos para que mi posible equivocación no les influya. Hacer esto es como enseñar a p

Bofetón o sillón,…. que rima!

Mi abuela comentaba, que su madre durante la guerra, le decía que no saliera de casa hasta después de comer, principalmente para no ver a los muertos que había al alba en las cunetas de la carretera. Por la misma época, mi abuelo transitaba por Zaragoza, durante batalla del río que surca por esos fueros. Con cierta sorna dentro de la tragedia, contaba como los del otro bando  esperaban, después de haber perdido posiciones, a la hora de comer. En ese momento en el que ellos descansaban y comían, comenzaba un ataque para recuperar el terreno, haciendo que todos  salieran por piernas del sito, perdiendo la posición ganada y con el fastidio de haber dejado la comida a medio engullir. Esperaban, igual que hicieron los del otro bando, pacientemente al día siguiente y a tales horas, las de la comida, realizaban el asalto a recuperar la posición. Y en esas estuvieron varios días, en un sin sentido dentro del sinsentido que era una guerra civil, jodiendose la comida. Y esto a que