Hace no mucho tiempo,
como en los cuentos, encontré esa inspiración que nunca pensé que existiera,
pude ver, que lo que todos los días hacia, tenía un porque, todo tenía un
sentido. Todo era más fácil, todo con una sonrisa.
Resulta que lo que
pensamos que es para siempre, un buen día se acaba, y la eternidad irracional o
tal vez inconsciente que pensamos que tienen las cosas y por ende nuestra vida,
se acaba, sin más, y nos toca aceptarlo.
La primera vez que me
percate del tema, tal vez fue la falta de mi abuelo, provoco ese punto de
inflexión en mi vida, ese punto que descoloco mis sentidos, a los que siempre
fui fiel. Perdí la sonrisa, perdí mi inspiración, perdí parte de mí, mi abuelo
se llevó parte de mí.
De nuevo me ocurrio, perdí la
sonrisa, perdí mi inspiración, perdí parte de mí que no voy a recuperar. Otra
persona se llevo ese trozo de mí, y mi inspiración, como no podía ser menos, se rompió.
Otro trozo que no volveré a encontrar. Al final, supongo, es un ciclo, uno que
no nos gusta comenzar, a veces por saber como acabara.
La parte positiva es
que sigo teniendo gente con la que sentirme feliz, la negativa es que el dolor
por perder partes de mi, nunca desaparece.
Y ahí sigo,
correteando, o como se titula uno de los blogs que sigo “Tirando pa´lante que no hay otra” , por esto que resulta ser mi vida, seguramente no es la que uno
pensaría elegir en su totalidad, pero es la mía y con todo, la que quiero
seguir viviendo.
Me has emocionado, David.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
gracias amigo , a veces nos encontramos en estos transitos pero que te voy a contar que me llevas ventaja en la vida. Un abrazo
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