Mientras leía un
articulo, no paraba de imaginar a una bacteria con cabeza humana, lo se, lo se,
una imagen dantesca. Y entiendase ,que no me gusta escribir tan serio, pero el
articulo le dio a la bombilla de mi cabeza, que si le saco brillo la tiene, y un
mar de ideas inundo todo.
Pues veréis resulta
que la ingeniería genética ha revolucionado la biología molecular. Ha permitido
desarrollar una serie de organismos con capacidades incrementadas. Sin embargo
muchos de estos organismos fracasan al ser liberados en la naturaleza, son
desplazados por los organismos locales.
Mientras se trabaja con las bacterias en entornos controlados, estas bacterias daban un rendimiento óptimo. El problema está en cuando funcionaban en un entorno natural, ahí resulta que estos organismos modificados eran poco competitivos. Las bacterias que ya se encuentra en el medio exterior las desplazan.
La explicación del
por qué, nos los dan los datos de eficiencia de cada uno de los procesos que se
han estudiado. Estos modelos nos dicen que los organismos no trabajan a pleno
rendimiento, la eficiencia no es máxima, no se alcanzan la perfección. Y no lo
hacen, fijate que parece que piensen, para aumentar la flexibilidad. La
perfección les resta velocidad de reacción. Y esa velocidad es muy importante
para las condiciones cambiantes del medio ambiente. Las bacterias generadas en
el laboratorio han perdido capacidad de adaptación en beneficio de mayor
rendimiento productivo, pero esto es catastrófico en el medio exterior de los
laboratorios, donde los organismos no están adaptados a máxima perfección sino
a óptimo rendimiento dentro de la máxima adaptabilidad. De ahí que cualquier
organismo ambiental compita mejor que el mejor diseño de ingeniería genética.
Al extrapolar este
mundo microscópico al humano , me surge la pregunta si en realidad no es una
muestra más de que la perfección en el deporte o en el trabajo, esta mas allá
del máximo nivel de entrenamiento o de la capacidad máxima del individuo en el
desarrollo de su capacidad.
Hoy en día, se busca
impulsivamente la perfección en muchos aspectos, pero se dejan aparcados otros
elementos que se pueden enseñar y desarrollar en las personas, desde el tan
antiguo “enseñar a pensar” hasta la denominada por mi “intuición cognitiva” (psicología
cognitiva).En el deporte y en las empresas hace años que se buscan este tipo
“enseñanza” la que diferencie a la persona no solo por sus capacidades sino por
el desarrollo y adaptabilidad de ellas. Estas harán un mejor deportista o
trabajador.
La combinación de
factores tan importantes como la empatía, como la experiencia, como la
psicología positiva, la tan recurrente inteligencia emocional, nos llevan a
restar una perfección pura pero a ser más flexibles ante los cambios, ante las
dificultades que aparecen durante una competición o una jornada laboral.
Seguramente la
eficiencia máxima debe ser una meta, pero siempre combinada con factores que
aun restando una parte de la eficiencia puntual nos aseguren un buen resultado
al final.
Al fin y al cabo,
según la evolución venimos de un microorganismo común. Por que no íbamos a
comportarnos como ellos.
Espero no haber sido
aburrido pero me ha salido solo……..
Es que en el fondo, amigo David, además de ser un romántico recalcitrante, tremendamente gráfico, no puedes dejar de ser un buen científico, si, eso que la gente del vulgo llama "de ciencias" y no "de letras" que es donde los mas impertinentes y estúpidos aprendices de la progresía, piensan que está la virtud literaria creativa.
ResponderEliminarUn abrazo amigo y, ah, cuando sale solo, lo mejor es hacer lo que has hecho, teclado y al aire, como debe ser.