Invadido por la furia economista, despues de muchas conversaciones escuchadas, se me ocurre vomitar todo esto , es lo que hay , hay que soltarlo.Y como lo hago siempre, mezclandolo todo.
Las crisis medioambientales causan bajas en las poblaciones de los habitantes de cualquier ecosistema, causan mutaciones, causan extinciones, al fin y al cabo cambios que unos saben utilizar, que otros tratan de superar y algunos no tienen más remedio que desaparecer. Siendo aventurado, en los pequeños sistemas que son las vidas de cada uno estos cambios también suceden, cambios que a veces superamos, otras aprovechamos y en otros simplemente fracasamos. En una empresa, los modelos serian extrapolables, adaptación, supervivencia, extinción.
Dicen
que los animales poseen un sentido que les avisa de catástrofes, un sentido que
le ayuda en la supervivencia simplemente escuchando el entorno que les rodea.
Las personas también disponemos de señales de avisos de problemas en nuestras
relaciones, a veces no los escuchamos no préstamos atención o directamente los
ignoramos.
Y las
empresas?, ocurre lo mismo? el distanciamiento en muchas empresas entre el
campo de batalla y los centros de mando es tal, que la informacion llega tarde,
llega fragmentada y a veces aun llegando es ignorada. Los generales deben ver y
saber que ocurre en el campo de batalla, y unir eso con la visión global que
tienen desde su posición privilegiada. El esperar la reacción del enemigo suele
llevar a reaccionar tarde, el reaccionar sin saber lo que ocurre en sus filas
también.
Cada
día es más general la visión de lejanía, que muchos trabajadores tienen, con
los centros de mandos de sus empresas. la visión de la empresa como un gran
elefante viejo que es difícil de frenar, en su inercia emigratoria en el
camino, que durante años le funciono, les lleva en ocasiones al cementerio, a
paso lento y eso es una realidad más o menos cierta de los trabajadores en
ciertas empresas.
Lo que
hace meses se transmitía hacia arriba, que era rechazado y no valido, vuelve a
los meses como una idea de salvación , lo que acaba dando la sensación de una
reacción de elefante viejo, proporcionando un sentimiento de resignación
laboral.
Evidentemente,
la verdad sobre lo que funciona en un negocio, no está en los trabajadores,
pero tampoco lo está en los altos mandos , suele estarlo en la suma del
conocimiento a pie de calle , con el organizativo de los mandos , siendo el
feedback entre ambos el que proporciona de una manera más eficaz la evolución
de elefante a lo que mi hijo denomina Velociguepardo (combinación de
velociraptor y guepardo). Así que muchos abandonan la manada de los elefantes,
pensando que no es el camino, o continúan junto a ellos, oteando el horizonte
buscando un camino para separarse de la manada en un cierto momento, otros ya
hace tiempo cambiaron y se convirtieron en Velociguepardos.
seamos todos velociguepardos...
ResponderEliminarvamos, o a tricerat-oso o el que mas me gusta loro-ballena :)) un abrazo enorme
EliminarLa clase directiva, en este país, no se distingue tanto por su calificación como por su chulería, soberbia y una gran dosis de ineptitud. No manda el que mas vale, manda el que más poder tiene, David. Es la historia de mi vida y la de muchos tantos, supongo. Un abrazo
ResponderEliminarsuscribo totalmente tus palabras , es lo que ahi y asi nos va en este pais .un abrazo
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