Cuando nos preguntamos el porque compramos algo, habitualmente es motivado por la sensación que nos invade de haber hecho algo inútil.
Cuando uno necesita algo simplemente va lo compra y lo utiliza sin mas, lo integramos en lo cotidiano y nos olvidamos del hecho.
Pero que hacemos cuando compramos algo y nos remuerde la conciencia el gasto realizado, o simplemente discurrimos sobre la utilidad o la necesidad de eso.
Pienso que tenemos un chip interno (mas bien una neurona), creado por nosotros que ante cualquier estimulo de un anuncio, el comentario de un vecino, o la visión del objeto comienza a trabajar buscando una excusa para auto convencernos de su necesidad.
En muchos cursos de comerciales se habla de generar en los clientes la necesidad de un producto para que este lo compre, nuestra sociedad ha llegado al punto de que ese trabajo del comercial lo asume uno mismo auto generando esa necesidad. Todo esto es el consumo por consumo.
Aun en tiempos de crisis se observa este fenomeno, solo hay que pararse a mirar en una zona de compras (cual Félix Rodríguez de la Fuente observando al lobo cazar), para darse cuenta de la cantidad de gente que realiza el acto del consumismo generándose una excusa, discurriendo por remordimiento, si gastar o no.
Que tiempos corren , en los que China cuna del comunismo se ha convertido en el productor del consumismo.
Verás, querido David, me propuse, hace tiempo, entrar a comentar todos aquellos blogs que sigo y que son de gente que escribe con algo que está por debajo del alma, es algo invisible y que tú, aunque seguramente ya lo sabes, lo tienes ahí, justo debajo. Yo se que el de hoy es un post hecho para hacernos creer que eres de este mundo, que te das cuenta de los defectos que tiene, pero eso es solo una excusa, sabemos que no es así, que solo te has dado un respiro, que volverás a contarnos todo aquello que ves y que, pareciendo tópicos, o cuestiones muy simples, los llevas al teclado de un modo muy sutil, muy especial, muy sensual y aún mas sensible de lo que es, pues tú siempre sabes ver ese lado de la página que nadie sabe leer o, simplemente, se le olvida hacerlo. No cambies nunca.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Hola David, soy Maria José opino igual que Enrique Tarragó, no cambies, un abrazo muy muy fuerte!!!
ResponderEliminarY un beso. Mj.