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Cuando viajo….


 Cuando viajamos, normalmente, solemos fijarnos en la ciudad o pueblo al que vamos, de una forma diferente, como descubridores de un mundo nuevo. Todo lo que nos rodea nos parece diferente, las calles, la gente, las casas, todo es observado como con ganas de recordarlo, más que nunca, ¡ para no olvidarlo vamos !

Todo llama nuestra atención, puede ser por lo diferente, por no ser lo que día a día vemos, diferente al bar en la esquina de casa que vemos al salir a trabajar, diferente al vecino que saludamos todos los días en el ascensor.

Lo vemos como un lugar en el que somos desconocidos y tenemos la sensación de que no importa lo que hagamos, no nos miraran, y si lo hacen, me da igual porque no los conozco ni me conocen. Esa sensación de desinhibición es algo que deberíamos recetarnos en dosis moderadas, ya que en cierta forma ayuda a vivir, quitarnos el corsé de la sociedad donde vivimos y respirar, es bueno, muy bueno.

Esta cita no he podido evitar ponerla, optimismo al poder.
“Nunca tiempos pasados fueron mejores” E. Punset



Comentarios

  1. A mi me sucede ahora y siempre, David, pero como no puedo andar viajando, ahora, con mucha frecuencia, practico lo de tomar café y alternar en barrios distintos al mío. Es genial, tanto como la frase de Punset con la que despides el artículo.
    MB.

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