Todo llama nuestra atención, puede ser por lo diferente, por no ser lo que día a día vemos, diferente al bar en la esquina de casa que vemos al salir a trabajar, diferente al vecino que saludamos todos los días en el ascensor.
Lo vemos como un lugar en el que somos desconocidos y tenemos la sensación de que no importa lo que hagamos, no nos miraran, y si lo hacen, me da igual porque no los conozco ni me conocen. Esa sensación de desinhibición es algo que deberíamos recetarnos en dosis moderadas, ya que en cierta forma ayuda a vivir, quitarnos el corsé de la sociedad donde vivimos y respirar, es bueno, muy bueno.
Esta cita no he podido evitar ponerla, optimismo al poder.
“Nunca tiempos pasados fueron mejores” E. Punset
A mi me sucede ahora y siempre, David, pero como no puedo andar viajando, ahora, con mucha frecuencia, practico lo de tomar café y alternar en barrios distintos al mío. Es genial, tanto como la frase de Punset con la que despides el artículo.
ResponderEliminarMB.