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Cinco horas con Maria



Tuve una amiga a la que vi morir , no…. no estaba presente en el momento pero casi,…. bueno para ser correctos , creo que debería decir que tengo una amiga a la que vi como vivió hasta su último segundo, aunque ella no era muy proclive a pensar que había nada más después , creo que siempre esperó equivocarse.

Las conversaciones que tenía con ella eran de las más diversas, y en ciertos momentos provocaba el entrar en el tema de la muerte porque sabía que me resultaba incómodo tener conversaciones de ese tipo con una persona desahuciada.

Ella parecía divertirse, viendo como no articulaba palabra, bueno.... Aprendí a ver ciertas situaciones con una cierta normalidad y a dejar puertas entreabiertas para que no me superasen los sentimientos. Lo de filosofar con las puertas fue una buena conversación, muy buena, tal vez la que me enseño a utilizar la observación más allá de lo normal.

Básicamente discutíamos de sí conocer las situaciones y los sentimientos de los demás podía llevarte a reaccionar cerrando puertas ante la gente, o utilizar las puertas como medio de descanso y dejándolas entreabiertas volver a salir reforzado. Como en una charla con Schopenhauer, llegaba un momento en que no sabía muy bien a donde derivaba la conversación. Y ahí fue donde empecé a aprender.

María siempre se postulaba en que lo fundamental antes de nada es saber lo que sientes, luego saber lo que piensas, ya que sí lo hacías al revés los sentimientos solo entorpecen la razón, una vez tenías claro esto pasabas a las relaciones ínter personales y de la misma forma, procedías a intentar saber lo que sienten a través de lo que ves en los demás, y luego lo que piensan a través de lo que te dicen.

Es un poco complejo el sistema pero funciona, a través de lo que observas en los demás en lo que hacen te das cuenta de lo que sienten, es un reflejo del sentimiento, que la razón modifica, cuando habla y lo expresa.
Lo de las puertas donde entra , pues aquí , las puertas son como las de una casa , tienes habitaciones que utilizas para descansar, para meditar, para alimentarte, etc. de la misma forma cuando te encierras un rato debes buscar esa habitación para estar un rato contigo y hacer lo que necesites , descansar, meditar, alimentarte , etc.…

La conclusión a la que llegábamos, no siempre era la misma, María era de mas carácter y fuerza que yo, pero lo que teníamos claro es que Lo que nunca debes hacer es cerrar las puertas, siempre déjalas entreabiertas ya que sí se cierran igual no tendrás fuerzas para abrirlas.

Bueno este rollo filosófico no se sí se entenderá pero desde que utilizo puertas consigo controlar todo mucho mejor, mucho más de lo que parece. Y todo lo aprendí de unas horas con María.
Vaya,… hasta podría hacer una obra de teatro, a no!!!.... que ya hay una, y tal como va el tema me cobran derecho de autor, antes de que me percate.

Comentarios

  1. deberías escribir más, amigo David. Un abrazo

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    Respuestas
    1. lo se lo se pero tengo tantas cosas que hacer y tan poco tiempo que necesitaria 36 horas al dia y no se yo.., esto de tener inquietudes por todo, pasa factura jajaja.

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    2. Bueno, tienes razón y esa es una virtud, desear hacer miles de cosas e intentar hacerlas, claro, pero hazlo cuando puedas, por favor.

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