Ir al contenido principal

Confieso que fui yo



Si, hay momentos en los que un pensamiento cruza nuestra razón y la confunde, como diría un conocido freaki televisivo. Todo se puede resumir en que lo hecho no esta bien, o en que lo podía haber hecho de otra forma.
Realmente lo que peor me sabe es que yo no soy así, y eso hace que me sienta peor. No, no he matado a nadie, ni he robado un banco aunque el inicio pueda llevar a pensarlo .Simplemente he disimulado ante un conocido, bueno mas que un conocido, una antigua amiga, bueno una antigua novia, y dejémoslo ahí.

Si, ante el cruce de miradas, ella no me saludo pero yo si tenia que haberlo hecho, porque no, ¿porque una relación termino?
Y ni siquiera termino mal. Parece que cuando rompemos una relación haya que romper todo, que sea una imposición el girar la cabeza si vemos al otro o saquemos bruscamente el móvil como si nos llamasen, ¿es una situación incomoda? ¿Porque? Realmente nunca entendí eso y siempre había reaccionado normalmente saludando o hablando.

Lo hice mal, si reaccione como muchos otros sin lo, solo porque una idea paso por mi cabeza y cambio mi forma de verlo. Pero tengo claro que si la vuelvo a verla al menos la saludare aunque ella no lo haga, y lo haré porque formo parte de mi vida, aunque fuera por unos meses. 

Comentarios

  1. Hola David , es cierto que lo correcto sería saludar,pero si como tu bien dices...en la próxima vez lo haces, quiere decir que ha sido un momento en el cual no has sabido que hacer..quizas más por ella que por tí ..no sé...todos tenemos momentos de dudas o de incomodidad, pero yo se que tu ante todo eres un caballero y el saludo ya no lo vas a evitar.MJ

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ismael y Daniel la visión compartida

Es difícil encontrar a gente que comparta una visión parecida, con la que ser capaz de conectar y seguir un guión mental, difícil de explicar sino se vive. En muchas culturas se encuentran parábolas, historias, relatos, como queramos llamarlo, que visualizan esa visión, ese pensamiento conectado, esa visión vital y necesaria.  Ver como interaccionan dos niñ@s pequeñ@s , suele ser divertido, a veces conmovedor, pero si nos paramos, y le damos mayor profundidad a esa visión, también es vitalmente revelador. Ismael y Daniel se sentaron juntos…., perdón es más exacto decir, fueron sentados juntos en el suelo del aula de una guardería. Era la primera vez que se veían, era la primera vez de cualquier experiencia compartida y ante esa situación, y ante la ausencia de cualquier perjuicio adquirido (benditos 2 años), surgió un vínculo del que no pude, sino contemplar y ahora relatar. Ismael y Daniel cogieron juguetes que tenían a su alrededor, fueron disponiendo un coche, unos soldad...

Anabela o Carlos, tal vez fuera Anais y el cuento de las emociones.

  Foto de  Cleyder Duque  en  Pexels Tengo que confesar que no soy bueno recordando nombres, normalmente intento hacer un gran esfuerzo, por grabar ese nombre de la persona que me presentan o conozco en mi mente, pero como si no fuera con ella, mi mente prefiere centrarse en otras cosas de las personas que pasan por mi vida. Si que recuerdo cada persona que conozco (si exceptuamos su nombre) los nombres son importantes, pero más lo son y más nos diferencian las huellas emocionales que dejamos, esas si son únicas. Pues resulta que para esto mi mente si que quiere guardar que emociones compartí con cada persona, y como dejo una huella en cada parte de lo que soy. Hoy tras unas horas de trabajo, en un “break” de esos que la mente te pide, me descubrí hablando desde mis emociones de adolescente, de como era esa vida para mi. Seguramente Carlos y Anabela no se esperaban una conversación de ese tipo, pero Carlos, despojándose de su rudeza, tomo una postura relajada, se s...

La decisión de Nadine

Entre muchas otras Nadine resaltaba por su fuerza realizadora. Como si fuera un ciclón arrollaba los proyectos, poniendo toda su fuerza creadora, en las relaciones y en su vida ese ciclón también se ponía en marcha. Hace no mucho que conocí a Nadine y como en otras ocasiones, las casualidades y recovecos del destino, consiguen ayudarte a descubrir a personas increíbles. No era por trabajo, (aunque en una pequeña parte si he de reconocerlo), pero cuando Nadine entro en mi círculo de confianza lo hizo de una manera temerosa, abriéndose poco a poco, teníamos conversaciones cortas, concisas con mensajes breves solicitando respuestas, algo que evidentemente no tenía. Poco a poco, pasado un tiempo, Nadine fue abriendo su vida a través de las conversaciones que manteníamos, cada vez era más fácil hablar y llegar a aquellos temas que realmente le preocupaban, peor esos temas a su vez creció en complejidad.  Nadine se daba cuenta que tenía muchas decisiones que tomar, en cad...