Ir al contenido principal

No se cuando parar, German tampoco


Germán llegaba todas las tardes después es de salir de trabajar, entraba por la estrecha puerta y encontraba a Davinia tras el mostrador. Germán sacaba su mejor sonrisa, se arreglaba el pelo y la chaqueta de ante que solía llevar, el proceso duraba unos instantes y mientras, Davinia solía sonreír con vehemencia , esperando las primeras palabras de German.

Esta rutina diaria era su perdición, todos le advertían de que no le traería nada bueno, su psicólogo también. Pero se había convertido en algo que no podía controlar .En muchas ocasiones pensaba que nunca debió atravesar esa puerta , que nunca debió mirarla, pero ya no tenía sentido retorcerse en su pasado, esa situación le hacía daño y tenía que hacer algo. Pasaban los días sin espera y sin cambios , llegaba puntual y tras un rato en la panadería salía con su bolsa de compra y una sonrisa iluminada.

Hace unos días Germán comentaba con su amigo Ramón, toda esta historia por enésima vez .Ramón negaba con la cabeza mientras escuchaba el relato de Germán. Era la misma historia de siempre.

“Mira Germán esto ya no puede seguir, llegara un día en que no tendrás vuelta atrás , en que todo te pasara factura . Tienes que cortar con esto ya."

"Lo se Ramón, es algo que llevo años pensando y sufriendo pero cada vez que entro en la panadería y la veo, mi mente se nubla, mi boca se retuerce en una tonta sonrisa. Y en esos minutos soy feliz".

"Germán no te lo digo como amigo ,sino como médico tuyo , para esto!".

"Si.... Mañana lo haré.  Sabes!! Hasta Davinia la panadera, me lo dice todos los días"

"Germán no comas más de esa coca boba , que tienes el azúcar fatal. Y un día te va a dar un patatús".


Comentarios

  1. Un buen regate, David.
    Cada día creces más ... un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja.si debe ser eso , ya lo escribo sin pretenderlo.Gracias.Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Jajaja.. y yo pensando que lo que buscaba era la mirada y resulta que era la coca... bueno...quizas tambiénla sonrisa..jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso es importante conocer las historias de principio a fin, para no llevarse una desilusión ;) Gracias!!!! Un abrazo

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ismael y Daniel la visión compartida

Es difícil encontrar a gente que comparta una visión parecida, con la que ser capaz de conectar y seguir un guión mental, difícil de explicar sino se vive. En muchas culturas se encuentran parábolas, historias, relatos, como queramos llamarlo, que visualizan esa visión, ese pensamiento conectado, esa visión vital y necesaria.  Ver como interaccionan dos niñ@s pequeñ@s , suele ser divertido, a veces conmovedor, pero si nos paramos, y le damos mayor profundidad a esa visión, también es vitalmente revelador. Ismael y Daniel se sentaron juntos…., perdón es más exacto decir, fueron sentados juntos en el suelo del aula de una guardería. Era la primera vez que se veían, era la primera vez de cualquier experiencia compartida y ante esa situación, y ante la ausencia de cualquier perjuicio adquirido (benditos 2 años), surgió un vínculo del que no pude, sino contemplar y ahora relatar. Ismael y Daniel cogieron juguetes que tenían a su alrededor, fueron disponiendo un coche, unos soldad...

La decisión de Nadine

Entre muchas otras Nadine resaltaba por su fuerza realizadora. Como si fuera un ciclón arrollaba los proyectos, poniendo toda su fuerza creadora, en las relaciones y en su vida ese ciclón también se ponía en marcha. Hace no mucho que conocí a Nadine y como en otras ocasiones, las casualidades y recovecos del destino, consiguen ayudarte a descubrir a personas increíbles. No era por trabajo, (aunque en una pequeña parte si he de reconocerlo), pero cuando Nadine entro en mi círculo de confianza lo hizo de una manera temerosa, abriéndose poco a poco, teníamos conversaciones cortas, concisas con mensajes breves solicitando respuestas, algo que evidentemente no tenía. Poco a poco, pasado un tiempo, Nadine fue abriendo su vida a través de las conversaciones que manteníamos, cada vez era más fácil hablar y llegar a aquellos temas que realmente le preocupaban, peor esos temas a su vez creció en complejidad.  Nadine se daba cuenta que tenía muchas decisiones que tomar, en cad...

Anabela o Carlos, tal vez fuera Anais y el cuento de las emociones.

  Foto de  Cleyder Duque  en  Pexels Tengo que confesar que no soy bueno recordando nombres, normalmente intento hacer un gran esfuerzo, por grabar ese nombre de la persona que me presentan o conozco en mi mente, pero como si no fuera con ella, mi mente prefiere centrarse en otras cosas de las personas que pasan por mi vida. Si que recuerdo cada persona que conozco (si exceptuamos su nombre) los nombres son importantes, pero más lo son y más nos diferencian las huellas emocionales que dejamos, esas si son únicas. Pues resulta que para esto mi mente si que quiere guardar que emociones compartí con cada persona, y como dejo una huella en cada parte de lo que soy. Hoy tras unas horas de trabajo, en un “break” de esos que la mente te pide, me descubrí hablando desde mis emociones de adolescente, de como era esa vida para mi. Seguramente Carlos y Anabela no se esperaban una conversación de ese tipo, pero Carlos, despojándose de su rudeza, tomo una postura relajada, se s...