Ir al contenido principal

Hay cosas que no se pueden enseñar, se deben vivir


El titulo, como muchas citas esta en mi memoria genética .Preparada para utilizar al menos atisbo de bajón.

“Nacemos inocentes. Sin emociones mezcladas, sin dudas, sin miedos, sin mentiras. Llegamos para descubrir, luminosos y coherentes. Vulnerables pero abiertos al mundo, animados por una curiosidad rotunda y radical, dotados de la pasión por vivir. Es entonces cuando empieza la búsqueda del sentido en una realidad diaria llena de luces y sombras, donde asaltan el amor, el miedo, la tristeza o la tentación…”
 Elsa Punset.

¿Porque perdemos esto, porque desaparece la curiosidad, porque aparecen los miedos y surge la desconfianza en uno  mismo?

Todo desarrollo lleva una parte de enseñanza guiada, los modelos adultos en los que nos fijamos refuerzan cualquier comportamiento, la otra parte que experimentamos, es la personal, ante algo que no tenemos referencias, ¿como actuamos?

Sin miedos afrontaríamos todo como un niño junto a precipicio, con el riesgo que conlleva. La experiencia ajena nos marca dándonos un raciocinio “cobarde” o de supervivencia. Caemos en la frustración si no sale bien, en vez de luchar hasta conseguirlo.

Si no damos un giro a nuestros miedos estaremos siempre encajonados sin evolución posible, en un “quise pero no supe” en un “podía pero no lo hice”. Recuperar nuestro avatar infantil o mejor, nuestra mente limpia de temores, puede hacer que vivamos mejor, sin miedos.

Solo tenemos esta vida para experimentar, para amar, para reír, para llorar, para vivir, simplemente vivir. Desperdiciarla, cobijándonos en la concesión o la tristeza no debería ser una opción.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ismael y Daniel la visión compartida

Es difícil encontrar a gente que comparta una visión parecida, con la que ser capaz de conectar y seguir un guión mental, difícil de explicar sino se vive. En muchas culturas se encuentran parábolas, historias, relatos, como queramos llamarlo, que visualizan esa visión, ese pensamiento conectado, esa visión vital y necesaria.  Ver como interaccionan dos niñ@s pequeñ@s , suele ser divertido, a veces conmovedor, pero si nos paramos, y le damos mayor profundidad a esa visión, también es vitalmente revelador. Ismael y Daniel se sentaron juntos…., perdón es más exacto decir, fueron sentados juntos en el suelo del aula de una guardería. Era la primera vez que se veían, era la primera vez de cualquier experiencia compartida y ante esa situación, y ante la ausencia de cualquier perjuicio adquirido (benditos 2 años), surgió un vínculo del que no pude, sino contemplar y ahora relatar. Ismael y Daniel cogieron juguetes que tenían a su alrededor, fueron disponiendo un coche, unos soldad...

La decisión de Nadine

Entre muchas otras Nadine resaltaba por su fuerza realizadora. Como si fuera un ciclón arrollaba los proyectos, poniendo toda su fuerza creadora, en las relaciones y en su vida ese ciclón también se ponía en marcha. Hace no mucho que conocí a Nadine y como en otras ocasiones, las casualidades y recovecos del destino, consiguen ayudarte a descubrir a personas increíbles. No era por trabajo, (aunque en una pequeña parte si he de reconocerlo), pero cuando Nadine entro en mi círculo de confianza lo hizo de una manera temerosa, abriéndose poco a poco, teníamos conversaciones cortas, concisas con mensajes breves solicitando respuestas, algo que evidentemente no tenía. Poco a poco, pasado un tiempo, Nadine fue abriendo su vida a través de las conversaciones que manteníamos, cada vez era más fácil hablar y llegar a aquellos temas que realmente le preocupaban, peor esos temas a su vez creció en complejidad.  Nadine se daba cuenta que tenía muchas decisiones que tomar, en cad...

Anabela o Carlos, tal vez fuera Anais y el cuento de las emociones.

  Foto de  Cleyder Duque  en  Pexels Tengo que confesar que no soy bueno recordando nombres, normalmente intento hacer un gran esfuerzo, por grabar ese nombre de la persona que me presentan o conozco en mi mente, pero como si no fuera con ella, mi mente prefiere centrarse en otras cosas de las personas que pasan por mi vida. Si que recuerdo cada persona que conozco (si exceptuamos su nombre) los nombres son importantes, pero más lo son y más nos diferencian las huellas emocionales que dejamos, esas si son únicas. Pues resulta que para esto mi mente si que quiere guardar que emociones compartí con cada persona, y como dejo una huella en cada parte de lo que soy. Hoy tras unas horas de trabajo, en un “break” de esos que la mente te pide, me descubrí hablando desde mis emociones de adolescente, de como era esa vida para mi. Seguramente Carlos y Anabela no se esperaban una conversación de ese tipo, pero Carlos, despojándose de su rudeza, tomo una postura relajada, se s...