No hay nada como levantarse, prepararse un buen desayuno,
mientras piensas en todo lo que tienes por hacer. En todo lo que tienes ganas
de hacer, claro. La motivación en lo que hacemos cada día es lo que nos mueve
por un pasillo sin final o por un pasillo, de estos verdes imaginarios,
mientras se escucha de fondo el agua correr. Con esa figura tan sugerente
podríamos diferenciar los estados de ánimo a la hora del desarrollo
personal.
Son las condiciones en las que nos movemos todos los días,
las que consiguen que nos acostemos sin ganas de levantarnos, o las que hacen
que nos acostemos sabiendo que soñáremos y nos despertaremos para poner en
marcha todo lo que queremos.
Es desesperante llegar a esas conclusiones, teniendo que
pasar por periodos de transición, pero cuando uno se plantea un camino lo mejor
es seguirlo, y lo planeado suele surtir efecto. A veces uno, sé para a pensar sobre lo que piensen o no de cada uno, no hay nada como darse cuenta, de lo que
importa realmente es lo que tu pienses de ti. El refuerzo personal que significa, que lo
que cuenta eres tú, es el suficiente para que la motivación llegue a tomar la
rienda de las decisiones, de esa manera no te equivocarás, podrá salir mejor o peor,
pero no te equivocas, no.
Así qué acabo mi desayuno, con la sensación de que lo
mejor siempre está por venir, otro pensamiento, no tiene sentido para
cualquiera que busque progresar. Buenos y felices días.
Eres todo un ejemplo, amigo David. Hace pocos días me enteré de tus novedades profesionales ... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarAh, la imagen es perfecta, es la imagen de mis sueños, la que me hace levantarme con ganas de comerme el mundo ... como tú.
Gracias como siempre .Un abrazo enorme
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