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Siempre han habido Maguilas Gorilas


Cuando era pequeño, hace…… mejor no sigo por aquí……, cuando era pequeño habían unos dibujos de Hanna Barbera, que se llamaban Maguila el gorila.

Básicamente contaban las desventuras de un gorila viviendo, en una tienda de venta de animales de compañía. El dueño de la tienda intentaba, por todos los medios, deshacerse de Maguila vendiéndolo, regalándolo incluso, ya que era una maquina de devorar bananas y televisión. En estas, Maguila de un dueño a otro, acabando sus aventuras siempre de regreso a la tienda de animales donde Maguila era el rey con su comida y su TV, llevando a la depresión al dueño de esta.


El porque contaros esto…, es simple, recordando estos dibujos me vino a la mente una conversación, como no, donde se ponía de manifiesto lo bien que se vivía en casa de nuestros padres, tu sueldo para ti, comida en la mesa, camisas planchadas, y sin agobios de hipoteca. Si la verdad, visto así es genial, salimos de casa de nuestros padres creyendo que nuestra vida va a ser una juega permanente, sexo, alcohol, libertad, algo de trabajo, viajar, más sexo. Y cuando  empezamos a caminar, todo lo anterior es sustituido por pagar alquiler, agua luz, teléfono, coche, llegar agotado de trabajar, ¿y el sexo? bueno para el sábado tan tradicional. Vaya…. esto no era lo esperado

Con razón queremos volver atrás, y muchos lo hacen y lo achacamos a esta crisis, que en parte es y será, pero en el fondo hay muchos que lo hacen por no encontrar lo esperado y buscar la salida fácil, por hacer el Maguila en definitiva.

En los años precrisis hemos “formado” adolescentes pensando que todo se conseguía de manera sencilla y el “pide que te doy” era culturalmente integrado. Vivíamos bien, vaya que si ,“¿porque no dar a mis hijos lo que me piden?” . La falta de conocimiento de que todo cuesta o cultura del esfuerzo, la hicimos desaparecer, o ¿quisimos ocultársela para que no la sufrieran?, ¿es necesario hacer sufrir a un niño y no permitirle un capricho si puedo darlo?. No, no habría porque hacerle “sufrir”, pero si hacerle ver el esfuerzo que eso requiere. Unicamente nos quedamos a medias en su formación.

Hace 40 años también había Maguilas, siempre los hubo, pero con un componente diferente , las familias no tenían los riñones, que hoy en día llegamos a tener antes de la crisis y el que volvía a casa hace 40 años no podía ser mantenido como hace 5 años.

De esta historia nos queda una cierta frustración , los Maguilas no acaban de ver, que  su buena vida en casa  de los progenitores ,se  debe a que otros pagan alquiler , agua, luz, teléfono, coche, llegan agotados de trabajar, ¿y tienen sexo?, bueno eso queda para el sábado tan tradicional ,…………

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